Brooke Shields
Tras el icónico anuncio de Calvin Klein de Brooke Shields, algunas tiendas instalaron sofás para ayudar a las mujeres a ponerse los jeans. En la campaña, Shields aparecía con una camisa abierta y unos pantalones ajustados que parecían pintados. El anuncio se convirtió en un sello de la cultura de los ochenta y en un referente mundial del marketing.
Dado que se hizo tan famosa por la campaña, algunas tiendas incluso habrían colocado sofás para que los clientes se tumbaran en ellos. Sin embargo, el anuncio no solo recibió buenas críticas. Al considerarse provocativo, algunos países decidieron prohibir su emisión en televisión.