Si alguna vez trabajaste en un lugar público, definitivamente oíste la frase “el cliente siempre tiene la razón”. A veces, si le das a alguien la mano, te tomará el codo. Con la idea de que “el cliente siempre tiene la razón”, algunas personas han llevado esa frase muy, muy lejos. Algunos clientes han cruzado limites inimaginables para ser absolutamente desagradables con quienes les estaban dando un servicio. Quédate porque te vamos a mostrar algunos ejemplos de clientes realmente horribles, puedes usarlos como guía para saber cómo no debes comportarte.
Descanso y relajación: al estilo tienda de comestibles
A veces, los mandados pueden ser agotadores y puedes tener un tiempito para descansar. No tiene nada de malo, ¿verdad? Muchos espacios públicos cuentan con bancos, sillas y demás, destinadas a ese fin. Sin embargo, hay un momento y lugar para descansar. Preferentemente, no en el medio del pasillo de productos frescos encima de un montón de pollo. Ya sabes, pollo que la gente va a comer.
¿Qué se supone que deben hacer los demás clientes ahora? ¿Pasar la mano por debajo de él y tomar el pollo justo desde abajo de esta persona? ¿Pedirle amablemente que busque un lugar más apropiado para descansar? No solo eso, sino que sentarse encima del pollo crudo es antihigiénico por muchos motivos. ¿Quién querría servirles a otras personas un pollo que estuvo abajo de un trasero? ¡Diuj! ¡Busca otro asiento, amigo!