¡Saquemos esos nudos!
No hay nada mejor que cuando tu pareja se ofrece a darte un masaje, en especial si ni siquiera se lo has pedido. Tenemos vidas tan ocupadas que, a veces, lo único que necesitamos es un simple masaje para liberar toda la tensión que sentimos a diario.
Pero cuando tu pareja no es buena para hacer masajes, lo mejor sería rechazar amablemente el ofrecimiento en primer lugar. Debes tener cuidado cuando se trata de masajes en la espalda porque uno malo puede darte más problemas de los que tenías antes del masaje.