Esa maldita gata
Parece que siempre es el padre de familia el que se opone a la idea de tener una nueva mascota, solo para encariñarse una vez que ha pasado algún tiempo con ella. Eso probablemente ocurre porque los papás saben que ellos serán quienes cuiden de las mascotas. La persona que publicó esto es un gran ejemplo de alguien que ni siquiera quería a esa “maldita gata” y que luego se enamoró de ella.
Hoy en día, la lleva cuidadosamente a la cama todas las noches. Esa sí que es una gata mimada. Es muy gracioso ver cómo la gente que no quiere la mascota es quien luego se encariña más con ella. Nos alegra que la gata tenga un hogar lleno de amor en donde vivir.