Susurrarle Secretos Al Aire
Esta anécdota tiene dosis de justicia cósmica y también un toque de torpeza y leyes de la física. Si lanzas tu refresco por la ventanilla de un auto en movimiento, es muy probable que un golpe de viento te lo revierta directo al rostro. Aunque no podemos negar que tiene su gracia. Estoy seguro de que el testigo del incidente no pudo contener las carcajadas.
Recordemos que arrojar desperdicios desde un vehículo en marcha hacia la vía pública está mal, amigos. Podrían guardar la basura en el auto hasta encontrar un sitio adecuado para deshacerse de ella al llegar a su destino. Me gustaría creer que quien cometió tal acto se llevó una lección para toda la vida, aunque en realidad no hay certeza de ello..