Robo de sándwich
Las personas casi siempre tienen sentimientos fuertes cuando se trata de comida. Todos odiamos cuando un compañero de trabajo nos roba el almuerzo, o cuando pensábamos comernos la última galleta solo para descubrir que otra persona la tomó. Debajo tenemos la historia de un intento de robo de sándwich que (alerta de spoiler) tiene un final feliz.
Parece que un joven acababa de comprar un sándwich y se lo arrancaron literalmente de las manos. Tras un altercado en el que se produjeron arañazos, laceraciones, contusiones y magulladuras por parte de varios sospechosos, el propietario del bocadillo pudo reclamar su almuerzo. La victoria debe saber muy bien.