#8: Yo tengo razón, los demás no
Cuando se trata de ir a terapia, las dos partes deben estar abiertas a la discusión, al cambio y a la comprensión del punto de vista de su pareja. Si ninguno de los dos está dispuesto a hacer nada de esto, entonces ir a terapia no tiene mucho sentido.
Puede que parezca extraño y contraproducente, pero la gente va a terapia de pareja todo el tiempo con una decisión ya tomada. Pero algo de lo que estas personas no se dan cuenta es que los psicólogos están capacitados para profundizar e intentar comprender lo que ocurre en la mente de sus pacientes. Así que, por más que una de las partes intente convencerlos de algo, tienen las herramientas para darse cuenta.